Durante años hemos estado protestando por la masificación turística que soporta el gótico y las ramblas en especial. Durante la pandemia pudimos experimentar unas ramblas vacías y luego menos densas para poder disfrutar. Estamos dispuestos a volver a lo mismo o peor…
Estos días vemos las ramblas llenas de turistas a niveles superiores a los anteriores a la pandemia, los índices de delincuencia crecen, debido a el aumento de posibles víctimas, como son los turistas y la dejadez de las autoridades en su manera de extorsionar a los políticos dentro de la negociación de sus presupuestos. Por otra parte, un tráfico intenso, taxis y buses que colapsan la carretera, camiones de obras, carga y descarga, todo un cúmulo de ingredientes que hacen que las ramblas no sean un sitio idílico para pasear.
