Fórmula 1, negocio y distracción.

El sistema necesita de distracciones sociales para que la gente no se de cuenta de cómo es la vida en realidad, hasta aquí todo bien. Pero hay distracciones que además son negocio de otras distracciones, como la de la industria automovilística, donde invierten en espectaculo para vender más coches.

Si la gente supiera cuánto cuesta la F1 a la sociedad, fliparía en colores, la cantidad de dinero que invierte la industria automovilística y los gobiernos para que una distracción tan cara se realice. Dónde están las ONG o las organizaciones en defensa del cambio climático o de la pobreza mundial ahí. Otra artimaña más para distraer al pueblo y hacerles comprar coches, la venta de coches supone uno de los sectores de engaño social más grandes que existe, más incluso que la inmobiliaria. Comprar un coche, mantenerlo y que luego no valga nada es un engaño más grande que una hipoteca. Si la gente calculara lo que les cuestan los coches en total y lo que van a sacar de ellos al final, no los comprarían. Pero si no se compran coches, que se inventan los gobiernos compinchados con la industria… la contaminación que producen los coches viejos, otro engaño más que nos comemos con patatas y nos obliga a comprar coches nuevos. La Fórmula 1 es la publicidad de la industria, donde pilotos y mecánicos viven de lujo a costa de los distraídos.

En el momento actual, por la vía pacífica o de diálogo, la sociedad tiene los días contados para poder seguir siendo libres. Un futuro lleno de cámaras, sistemas de control y trabajos que no sirven para nada son el futuro de la sociedad. Los que tengan hijos que se lo piensen bien…

 

Libros que te harán pensar…

 

 

Publicado por melonprod

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