El sistema capitalista es un sistema más de distracción de masas, para que los que mandan nos tengan controlados y ellos puedan vivir mejor, pero con la condicionante que si trabajas mucho podrás entrar en su nivel y pertenecer a la elite.
El ser humano es curioso y ambicioso por naturaleza, y el sistema capitalista lo supo aprovechar y usar para el interés de unos cuantos, a sabiendas que todo lo que es mentira algún día tiene que caer. Con la ilusión de pertenecer algún día a la elite, los ciudadanos de a pie trabajan como mulas para ganar dinero y lograr entrar en esa élite prometida, sin percatarse de que el dinero no es lo que te hace entrar en esa élite, puesto que son ellos quien fabrica el dinero.
Por otro lado, un sistema en el que la riqueza va creciendo y los recursos van disminuyendo, hacen que el juego se tenga que acabar de vez en cuando para iniciarlo de nuevo, como en el Monopoly, ahí es donde entran las crisis. Hace años se hacían guerras para destruir todo lo creado y mermar la población, que son las dos acciones que buscan las crisis, más adelante se dieron cuenta que las guerras eran demasiado agresivas, y se inventaron las crisis financieras, con las que destrozaban la economía y lograban empezar el juego otra vez, pero con el tiempo como buenas ratas los ciudadanos se percataron del engaño, y aquí es donde ha surgido el nuevo modelo de crisis sanitario, con el cual vuelves a hacer lo que querías, mermar la población y la economía.
Esperemos que el ser humano que ha evolucionado durante miles de años, sea capaz de ver este engaño y deje de gastarse los ahorros para intentar sobrevivir y empiece a mirar al culpable de todo esto con otros ojos.