Después de un largo periodo de busqueda y encuentro de la pareja perfecta, para poder llegar a tener un hijo y formar una familia feliz, llega la educación y el periodo de disfrutar de la familia, las vacaciones son el ejemplo perfecto.
Esta mañana, paseando con la bici sobre las 8h, he visto un reguero de felicidad familiar, donde padres sonrientes y alegres, mostraban el camino del lugar donde sus vástagos iban a pasar el día muy felices sin ellos… Conversaciones paternales inculcando el criterio propio y enseñando las normas de la vida, fluían en el ambiente matutino, esa satisfacción familiar de educación y felicidad. Julio es un mes muy interesante para los padres, comparable a las navidades, es el mes que pueden disfrutar más de sus hijos y aprovechar las 24h del día para demostrarles con ejemplo los valores que les están enseñando, así debería ser todo el año.
Definitivamente, la ardua pero placentera labor de educar un hijo, debería poder aplicarse las 24h del día todos los días del año, y no solo en vacaciones como el sistema nos permite, una verdadera tortura y tristeza para los padres.


